Si crees en un poder supremo, sigue leyendo. Porque esa misma fuerza que transforma tu realidad puede también impulsar el desarrollo de los nuevos sistemas inteligentes que respondan a nuestras circunstancias. Es momento de unir nuestras destrezas, diseñar, innovar y construir una inteligencia artificial (IA) con una visión más representativa para nuestras sociedades y una misión unificadora para las generaciones futuras. Estás viviendo una nueva era que establece marcos pensados por y para optimizar lo intangible, maximizando el potencial de las redes neuronales y superando nuestra propia inteligencia; sistemas que siguen progresando, aunque te olviden, u optimizándose, aunque te exploten.
Es hora de tomar el control. De crear una inteligencia artificial que refleje nuestra cultura, historia y valores.
En un mundo cada vez más dominado por las tecnologías desarrolladas únicamente con fines de lucro, ¿realmente queremos dejar que otros dicten cómo se usan las fuerzas exponenciadoras? Los modelos de IA más avanzados se han creado, en su mayoría, para las grandes economías, pero América Latina y el Caribe (ALC), con su rica diversidad sociocultural y su enorme potencial de resiliencia, tiene mucho que ofrecer en este campo. ¿Qué pasaría si pudiéramos tomar el control y crear una IA más representativa, justa y adaptada a nuestras verdaderas necesidades?
CiudanIA: la condición de servir a nuestra gente en la nueva era de la inteligencia artificial
Hasta Larry Ellison, cofundador y director de tecnología de Oracle, habló recientemente sobre su idea de centralizar todos los datos de EE. UU. para entrenar modelos de IA más avanzados. Un proyecto ambicioso que propone unificar información genómica, registros médicos, datos económicos y de infraestructura en un sistema Oracle para su análisis por IA. Ellison argumenta que esto podría revolucionar sectores como la salud y la agricultura. Pero este es un tema que hemos trabajado por años a través de la plataforma regional CiudadanIA, que se centra en optimizar los servicios ciudadanos mediante la interacción personalizada. Sin embargo, CiudadanIA va más allá de solo centralizar los datos para generar mayor accesibilidad y permitir que todos nuestros pueblos tengan acceso a mejores modelos de entrenamiento. Promueve la toma de decisiones descentralizada, distribuida o participativa, así como el desarrollo compartido, para evitar el control centralizado.
Una nueva realidad para la ALC: Del desafío constante a la oportunidad perpetua
Mientras te enfrentas a una transformación inminente, es crucial fortalecer las capacidades que nos permitan reconocer los retos que surgen de la falta de un enfoque local en los modelos de IA globales. Si bien hay avances tecnológicos impresionantes, la brecha entre la mentalidad que predomina en las soluciones desarrolladas en economías avanzadas, por grandes corporaciones multimillonarias y poderosas, y las necesidades específicas de América Latina y el Caribe sigue siendo un obstáculo importante. No se trata solo de acceder a la tecnología, sino de apropiarnos de nuestras fortalezas a través de ella, adaptarla a nuestra cultura compartida y asegurar que refleje nuestra diversidad de pensamiento, lingüística y social. Las brechas que enfrentamos hoy no son solo técnicas, sino profundamente ideológicas, económicas y sociales. Ahora, más que nunca, es esencial cuestionar cómo la inteligencia artificial puede estar diseñada, desarrollada e implementada para realmente servir a las comunidades de nuestra región.
Por ejemplo, las brechas lingüísticas y culturales representan el primer gran desafío. Imagina que dependes de una IA que no te entiende del todo. ¿Sabías que la mayoría de los modelos de IA se entrenan con datos en inglés y en contextos culturales occidentales? Esto puede llevar a que los sistemas no comprendan bien el español, el portugués o las lenguas indígenas que forman parte de nuestra rica herencia. Los modismos y las diferencias culturales pueden hacer que esta tecnología no funcione como debería en ALC; porque no solo hablamos español, sino que pensamos diferente. ¡Es hora de que nuestra IA comprenda nuestro idioma, de verdad, para aportar nuestra forma de solucionar problemas a un futuro compartido!
La falta de representación local es otro obstáculo importante. La IA se alimenta de datos. Y si esos datos no reflejan las realidades de los pueblos de América Latina y el Caribe, los resultados simplemente no serán precisos. Los modelos que utilizan datos provenientes de otras partes del mundo pueden ser imprecisos cuando se aplican a nuestra región. Desde las decisiones que afectan la economía hasta la salud pública, es crucial que los datos de LAC estén presentes en el proceso de entrenamiento de IA.
En cuanto a la dependencia tecnológica, surge la pregunta: ¿realmente queremos ser solo consumidores? Hoy en día, muchas de las tecnologías que usamos provienen de empresas extranjeras. Mientras algunas se benefician de tus datos, sigues consumiendo y no creando. Dependiendo de la IA que no fue hecha pensando en ti, te quedas atrás en una era industrial que se basa en la interconectividad global y la autonomía de sistemas. ¿No crees que es hora de dejar de ser consumidores pasivos y empezar a construir algo propio?
Otro reto es que, a menudo, las soluciones globales no son realmente locales. La IA que se crea en países con economías más avanzadas muchas veces no resuelve nuestros problemas. ¿Cómo puede un sistema de IA, desarrollado para un contexto diferente, ofrecer soluciones relevantes a problemas que solo nuestra gente vive? Desde la desigualdad social hasta los retos ambientales, necesitamos seguir entrenando una IA que entienda nuestro contexto y nos ayude a mejorar nuestras realidades.
Por último, la protección de nuestros datos es una soberanía necesaria. Al solo usar sistemas de IA desarrollados en el extranjero, corremos el riesgo de enviar nuestros datos personales más allá de nuestras fronteras, lo que puede poner en riesgo nuestra privacidad y soberanía. Es momento de que le brindes a tu familia el control sobre sus propios datos y cómo se usan, la protección de su privacidad y el empoderamiento de un futuro en el que puedan decidir cómo se manejan sus propios recursos digitales.
¿Si el futuro está en nuestras manos, qué puedes hacer?
Afortunadamente, no todo está perdido. De hecho, América Latina tiene un potencial inmenso para convertirse en un actor clave en el desarrollo de inteligencia artificial. Para ello, es esencial comenzar a desarrollar talento local, aprovechando la gran cantidad de jóvenes y expertos que ya están capacitados y dispuestos a crear soluciones tecnológicas que hablen nuestro idioma y comprendan nuestras particularidades culturales. Además, debemos fomentar la cooperación a nivel regional, creando una red sólida de colaboración entre universidades, empresas y gobiernos para construir un ecosistema robusto que impulse la innovación en IA en toda la región. Invertir en datos locales es otro paso crucial; necesitamos recopilar información que refleje nuestra realidad, tanto en entornos urbanos como rurales, para entrenar modelos de IA que realmente aborden nuestros intereses y desafíos específicos. Finalmente, es indispensable que el gobierno juegue un rol activo en este proceso, diseñando políticas públicas que promuevan el desarrollo de IA local, pero que también garanticen la protección de nuestros datos y la soberanía digital. Solo con estos esfuerzos, América Latina podrá forjar un futuro tecnológico más autónomo y alineado con sus propios valores y necesidades.
¡Tus destrezas importan! Ya es momento de unir nuestras fuerzas y capacidades para crear una inteligencia artificial que se ajuste a nuestras realidades; abandonar el aislamiento nacional y pensar en beneficiar a todos nuestros pueblos, pues históricamente compartimos una rica diversidad cultural, social y económica que sirve como fundamento a una identidad compartida. Una IA para todos nuestros grupos, hecha por todas nuestras poblaciones. Si tú, como yo, crees que el futuro de América Latina y el Caribe depende de nuestra capacidad para liberarnos de la mentalidad colonizada, adaptarnos y ser innovadores mediante el desarrollo de modelos tecnológicos propios, entonces es hora de tomar las riendas de esta revolución tecnológica.
El cambio está en tus manos, porque solo en conjunto podemos construir una inteligencia artificial que sea verdaderamente representativa para todos.
¡Lo he dicho por años, ahora es el momento de actuar! Únete y sigamos construyendo juntos un futuro tecnológico de coexistencia, donde América Latina y el Caribe y todas las regiones olvidadas sean parte integral de las decisiones que nos afectan, asegurando que nuestra voz y visión guíen el camino hacia un desarrollo inclusivo y justo para todos.
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