Puedes ser un mango, crecer en un árbol alto, tardar años en madurar y disfrutar de una vida útil relativamente larga. Pero también puedes ser una fresa, que crece cerca del suelo, se descompone rápidamente y solo se disfruta fresca. Recuerda que la vida frecuentemente premia cualidades como la paciencia, la resiliencia y el valor duradero en lugar de una gratificación rápida. Entonces, tienes una opción, elige sabiamente tu camino y aprecia la belleza del crecimiento constante y las experiencias continuas.
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