Mi realidad, en la tuya, vive estática en el tiempo,
Te miro, y veo promesas, te toco y nunca te siento,
Y admiro el sudor que desata tu historia colmada de esfuerzo,
Rompemos el ritmo al hablar, callando en el punto más tenso.
Despierta mi lucha al pensar, destruye mi paz el momento -
Y vuelvo a mirarte y suspiro, y vuelvo a tocarte y despierto,
Palpamos de más la afición, de hacer de la vida un defecto,
Soltamos la rienda al amar, amamos odiar sin efecto.
Fomentas maldad en mi mente, opacas de bien mi conciencia,
Inventas un cuento estupendo; haciendo variar la incidencia,
Y al verme pensar te apareces, poniendo atención, con paciencia,
Calmando tu voz me idiotizas, pues sabes usar tu experiencia.
Poniendo en función un suspiro, transformas mi juicio en demencia,
Pues soy ademán expresivo, justa duda, tu advertencia,
variable de un experimento, que mezcla la alquimia con ciencia;
un sueño que miente y repite que, en mí, tu algoritmo es la esencia.
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